miércoles, 6 de abril de 2011

Viajando en La Première

El mundo de las ‘primeras clases’ (hablamos de volar, claro) evoluciona día a día. Avances tecnológicos cada vez más… más atrevidos y sorprendentes, querencia por la gastronomía, considerada ya como pieza fundamental en este tipo de experiencias, personalización, etcétera. Esto es lo que Air France (www.airfrance.es) desarrolla en su exclusiva primera clase, La Première. Nos ha fascinado la nueva sala VIP La Première en la terminal 2E del aeropuerto parisino de Charles de Gaulle (www.aeroportsdeparis.fr), donde cada pasajero cuenta con un servicio de acompañamiento desde su llegada al aeropuerto hasta su instalación a bordo. Es como un remanso de paz, un lugar para la calma, que te mantiene alejado del bullicio muzak de un aeropuerto, de 1.000 metros cuadrados, decorada con obras de arte de la galería Jérôme de Noirmont (www.denoirmont.com/). Ya lo decíamos, los placeres de la buena mesa constituyen uno de los puntos fuertes de La Première. Ha rediseñado su carta de vuelo a imagen de un restaurante gastronómico. Para ello ha recurrido al Studio Culinaire Servair (www.servair-catering.com), presidido por el gran Joël Robuchon (www.robuchon.com/), quien está acompañado por los chefs estrella Guy Martin y Jacques Le Divellec (www.le-divellec.com). Algunos ejemplos: filete de pichón en infusión de regaliz con confit de mango y piña; pavé de mero asado con salsa al curry verde con risotto de mango; foie gras cocido en vino tinto; sushi de cigalas; brunoise de mango y jengibre caramelizado; bizcocho Chamonix y crema de queso de cabra Saint Maure… una carta larga en la que no falta el pan bien caliente y crujiente, una selección de quesos y una surtida colección de frutas. Otro detalle: en los A380 de Air France, los pasajeros de La Première disponen de un bar exclusivamente reservado, que ofrece un buffet y los mejores vinos de la bodega –la carta la elabora Olivier Poussier (www.olivier-poussier.com), que fuera elegido Mejor Sumiller del mundo en el año 2000–. Si deciden sentarse a la mesa de la sala VIP del Charles de Gaulle se encontrarán con la cocina de Alain Ducasse (www.alain-ducasse.com) o con un cóctel elaborado por el barman chef del hotel Plaza Athenée (www.plaza-athenee-paris.com). Hay muchas cosas que contar… El asiento se transforma en una cama de 2 metros (con sistema de masajes y pantalla de vídeo incorporados). Un espacio, en los A380 de Air France, permite a los clientes cambiarse, ponerse cómodos e hidratarse con la línea de productos de tratamiento Clarins (es.clarins.com).


Fuente: http://www.robbreport.es/?p=296

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