Si hacemos un recorrido a lo largo de las entradas del blog referentes al tema de imagen y campañas de las grandes firmas de lujo vemos que se está generalizando un fenómeno en muchos de los sectores de la publicidad e imagen de marca: la contratación de celebridades del mundo del cine, la música o el deporte. No es algo nuevo, se lleva haciendo muchísimo tiempo. Pero en los dos o tres últimos años es algo que se está extendiendo y que parece casi imprescindible para el prestigio de una firma. En el blog hemos destacado las recientes incorporaciones de Rafa Nadal en Arman, reemplazando a otro famoso deportista, Cristiano Ronaldo. Daniel Craig para Omega y como contábamos en una de mis últimas entradas para Aston Martin de la mano de su personaje de James Bond, el mítico 007. Pero son muchísimas firmas las que acuden a este recurso e incluso muchas empresas con menos poderío económico o prestigio también se han unido a esta tendencia en su afán por imitar a las grandes marcas.
Entre muchos otros ejemplos tenemos a la firma de alta cosmética Lâncome, que cuenta entre sus filas con las oscarizadas Kate Wislet y Penélope Cruz. Las joyas de Bvlgari lucen espléndidas en la actriz Juliane Moore. Los relojes suizos de Tag Heuer rubrican su excelencia de la mano de Prat Pitt o Leonardo DiCaprio entre otros. Innumerables campañas donde han participado personalidades como Madonna, Fernando Alonso, Audrey Tautou, Keira Knightley o Pau Gasol.
Por los servicios de estas grandes estrellas las marcas pagan cantidades realmente escandalosas, la pregunta es si es realmente rentable la inversión. A todas luces parece que sí puesto que el fenómeno se repite una y otra vez y en todos los sectores. Como fotógrafa profesional he realizado campañas con las actrices Michelle Jenner y Laura Sánchez, la cantante Angy, varias ex Miss España, y las cifras que se manejan, a nivel nacional, son realmente altas. Pero las firmas con las que he trabajado y posteriormente he consultado para poder hacer esta reflexión, confirman que los resultados son optimos y cada vez quieren trabajar con personajes de más nivel puesto que eso les conduce sin duda a mayores ventas y mejor posicionamiento en el mercado.
En el plano profesional, como fotógrafa y desde la perspectiva que he experimentado desde la agencia y desde el punto de vista moda, el excesivo punto comercial de algunas de estas celebridades va en detrimento del concepto de moda. Algunos de estos personajes con muy carismáticos y famosos pero cuesta que den la talla a la hora de realizar una sesión fotográfica o un spot. Hay que sacar facetas de ellos que no suelen explotar y muchas veces dificulta la realización. Hay actrices que evidentemente gozan de un físico y belleza envidiables pero si son de baja estatura no pueden lucir ciertas prendas o zapatos como una modelo profesional cuyas medidas están hechas para eso. Saben moverse en una pista, escenario o en un rodaje, pero una sesión de fotos de moda puede resultarles bastante complicado. Este es un punto de vista que me gustaría destacar puesto que lo he podido vivir en primera persona. Por otro lado ofrecen la familiaridad de ser una cara conocida con la que el público se identifica y por el que siente admiración. Sentimientos y sensaciones que se adhieren al nombre de la marca y benefician a la misma con un aumento de ventas y fidelización de consumidores.
Susana Sánchez Hervás
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