domingo, 15 de mayo de 2011

Reflexión: Caprichos Exclusivos

Los caprichos de lujo son objetos  de deseo, pero sólo al alcance de muy pocas personas. Estos objetos son símbolo de exclusividad y de estatus social. Cuando nos referimos al lujo hablamos de empresas que crean productos o servicio para una clientela exclusiva  capaz de poder pagar una fortuna por un objeto que los diferencie del resto.

Estos productos tienen un nombre en el mercado forjado durante muchos años y además sus productos van asociados no sólo a lo que pueden costar si no también a la calidad del producto, que suele ser máxima. Las firmas de lujo surgen a finales del siglo XIX eran pequeños talleres artesanales. Louis Vuitton hoy en día una de las firmas más consolidadas dentro del mercado de los bienes de lujo, se convirtió en 1850 en el fabricante de baúles de la emperatriz Eugenia de Montijo.

 Louis Vuitton dentro del sector del lujo según un estudio realizado es la marca más valorada según el último estudio de la consultora Interbrand.

Está claro que el lujo va asociado a la calidad de los productos y en algunos casos también va asociado a la extravagancia. Es la idea del famoso diseñador Norteamericano Stuart Weitzman, a su colección de zapatos pret a porter, ha creado una línea de modelos de zapatos joya que cuestan la friolera de 3.000.000 de dólares. Está claro que el que adquiere estos zapatos es un público muy exquisito que busca la exclusividad máxima. ¿Pero a qué precio? ¿Se necesitan 3.000.000 de dólares para ser exclusivo?

Otra de las cosas que me llamo la atención son los móviles de 1 millón de dólares que la firma suiza Gresso Luxor ha sacado al mercado. Van dirigidos a un público adicto a la tecnología y al diseño y que no quiere parecerse al resto, busca exclusividad.

En conclusión en referencia  a todas las entradas al blog Ufocomunnication  me parece que son servicios y productos muy estudiados por cada firma y que cuidan perfectamente su imagen corporativa como empresa, si no fuese así  los ricos no perdonan, con solo un fallo en la imagen de estas empresas pueden retroceder los pasos adelantados durante años. Estas firmas de los conglomerados del lujo cuentan con gente muy preparada y que cuidan la imagen al milímetro, y eso es lo que las diferencia del resto.




Alberto Cherro Molina

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