lunes, 9 de mayo de 2011

Reflexiones, caprichos de lujo

Un capricho de lujo, a mi parecer, es mucho más que un capricho.

No es lo mismo encapricharse de unos zapatos bonitos de Zara (de alrededor de unos 60€) que de unos con una suela roja, una piel especial y unos materiales únicos, unos Christian Laboutin (de alerededor de unos 600€).

Debemos tener claro lo que signfican las marcas en el mundo del lujo. Vestir un Birkin (bolso característico de Hermés) o un McQueen (un vestido, una tendencia de moda tan peculiar) o unos Manolos (zapatos de la marca Manolo Blahnik, conocidos sobre todo, por la actriz principal de Sexo en Nueva York, que los compraba compulsivamente) significa exclusividad, poder, prestigio, encajarte en un estilo o clase social...
Y es que es un mundo a parte. Es un mundo codiciado y envidiado por muchos, a la vez que admirado y anhelado por otros.

En una revista, tu no miras miserias ajenas, buscas ver el mundo perfecto que hay fuera y que pocos logran conseguir.

Para mi el lujo es una mezcla de arte, estilo, elegancia, exceso... "Lo mejor que el dinero puede comprar"

El lujo engloba todo en su máxima expresión, ya sea el mejor coche, el mejor piso, en las mejores zonas, los mejores viajes, la mejor ropa, de las marcas con mayor nombre en el mercado, la mejor tecnología, las mejores joyas...

Por descontado, lo mejor cuesta, y cuesta mucho dinero. Por eso es tan inaccesible, y anhelado.

Números cadenas de televisión han hecho programas tratando este tema, (21 días de lujo, casas de lujo, la milla de oro...) Y en todos ellos podemos ver y admirar otras esferas en nuestro propio mundo.

Me gustaría que pudierais ver por un momento todo esto y sacar vuestras propias conclusiones.


21 días de lujo(1/6) http://www.youtube.com/watch?v=GsI5ElLPJag


¿A quién no le gustaría formar parte de este universo? A mi me encantaría.


Carolina López Egea

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